Discurso en la Asamblea Mundial de la Salud. Mayo de 2006

Discurso del Príncipe Charles, de Inglaterra, sobre cuidados integrados de salud en la Asamblea Mundial de la Salud, en Ginebra, en Suiza, en mayo de 2006.

El día 22 de mayo de 2006, el Príncipe Charles, de Inglaterra, leyó un discurso en la 58ª Asamblea Mundial de la Salud, en Ginebra, en Suiza. La Asamblea Mundial de la Salud es el cuerpo mayor de las decisiones de la Organización Mundial de la Salud (ONU). La Asamblea se reúne una vez al año y están representados 192 Estados Miembros de la ONU.

Aquí algunas partes interesantes del discurso:

[…] Aquí es donde la práctica convencional puede aprender de la medicina complementaria, el Oeste puede aprender del Este, y las tradiciones nuevas pueden aprender de las antiguas. En los últimos 24 años yo vengo argumentado que los pacientes deberían ser capaces de ser beneficiados de lo “mejor de ambos mundos” -de la medicina complementaria y de la convencional- como parte de un abordaje integrado de cura. Muchas de las terapias complementarias están enraizadas en las tradiciones antiguas que, intuitivamente supieron entender la necesidad de mantener el equilibrio y armonía en nuestras mentes, cuerpos y el mundo natural. La mayoría de este conocimiento, consecutivamente basado en las tradiciones orales, acaba perdiéndose, mientras que la medicina convencional podría aprender tanto del mismo. Me parece trágico -y, en realidad para muchos estudiosos en esta área- que en esta gran necesidad de modernizar, muchos abordajes benéficos, que se vienen poniendo a prueba y se vienen mostrando efectivas, se vienen colocando al margen por ser rotuladas de “anticuadas” o “irrelevantes” para las necesidades de los días de hoy. […] Todo lleva a creer, señoras y señores, que tenemos tanto que aprender unos de los otros, sea viviendo en un país en desarrollo o en un país desarrollado.

Hipócrates dijo: “primero no causar daño”. Yo creo que la mezcla verdadera de remedios comprobados de la medicina complementaria, la cual enfatiza la participación activa del paciente, con los remedios de la medicina tradicional y de la moderna, pueden ayudar a crear una fuerza curativa para nuestro mundo. […] En cada tratamiento, los atributos humanos de empatía, compasión, toque y armonía son tan vitales para la ciencia médica y para la cura como lo son para la esencia de la humanidad. Una admisión integral le ofrece a cada individuo los medios y la promesa de contribución para su propia cura. Los profesionales que trabajan con las medicinas integradoras proveen tiempo, empatía, esperanza y la nueva garantía -el así llamado “efecto humano”- el cual puede producir grandes alteraciones en el sistema inmunitario. Estas alteraciones pueden ser demostradas utilizando escáneres cerebrales, y proveer indicaciones científicas de cómo nuestras creencias y emociones pueden influir nuestra salud física y sensación de bienestar. El “efecto humano” puede, por así decirse, desempeñar un papel significativamente demostrable en el abordaje global en dirección a la cura. […]

En Inglaterra, mi Fundación para Medicinas Integradoras (Foundation for Integrated Health) es campeona en liderazgo en este abordaje integrado en los últimos once años. Otra de mis organizaciones, el Foro de los Lideres de los Asuntos Internacionales (International Business Leaders Forum), viene trabajando conjuntamente con la ONU en un numero de proyectos que tienen como objetivo, entre otras cosas, encontrar medios de incrementar la salud a través de dietas mejores y aumentar la actividad física, en diversos países.

Mi Fundación para Medicinas Integrativas estimulan, como parte de este abordaje, mejores investigaciones y reglamentación de las prácticas médicas complementarias, para que los pacientes pueden sentir confianza de su seguridad

y efectividad. Estoy encantado con el hecho de que la Fundación para Medicinas Integrativas está ahora trabajando conjuntamente con la ONU y el Fondo Real (King´s Fund) de Londres, en un nuevo proyecto cuyo objetivo principal es examinar y explotar acometidas diferentes de reglamentación de las medicinas complementarias en el mundo. […]

Comprendo, por ejemplo, que la ONU compila un Atlas Global sobre el uso de las medicinas tradicionales, alternativas y complementarias, algo que parece ser fascinante ver como esto va a desarrollarse. Me parece que este atlas promoverá un comienzo de una planificación en las medicinas integrativas en todo el mundo. El caso de la Artemisia es un ejemplo clásico, donde se puede alcanzar el progreso real. Una planta que crece naturalmente, y que hace largos años se la viene usando en China en el tratamiento de la malaria, la Artemisia es ahora un tratamiento de elección en muchas partes del mundo. Yo he tomado también conocimiento de que esta planta actualmente ha sido cultivada en el África y que la ONU está trabajando para intentar garantizar que ella sea disponible para todos que de ella necesiten. […]

Hace muchos siglos, Platón afirmó que “no se debe intentar la cura de la parte sin que se trate el todo”. Siglos más tarde, la ONU reconoce este principio en su Constitución de 1948 (¡coincidentemente el año en el que nací!), cuando define salud como un “estado completo de salud física, mental y de bienestar social”.

Hoy tenemos la oportunidad de redefinir nuestros sistemas de salud, de manera que ellos sean proveedores del equilibrio que el siglo XXI desesperadamente necesita.

Señoras y señores, si alimentáramos los principios humanos y orientadores de la salud integral a través de la combinación de lo mejor de los métodos antiguos y bien experimentados con los rigores científicos y tecnológicos impuestos por nuestra era, creo que estaremos dando el primer paso proyectado en dirección a una nueva visión de futuro del sistema de salud mundial. En esta misión, esta Asamblea representa nuestra esperanza y para esto deseo todo éxito posible.

El texto integro se lo puede leer, en inglés, aquí.


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