La Neuralgia del Trigémino es un cuadro doloroso paroxístico muy intenso, que alcanza la cara, en un área abarcada por el nervio llamado trigémino. El dolor tiene características de choque eléctrico o punzadas y que tienen corta duración, pudiendo durar solamente algunos segundos. Las crisis dolorosas se producen varias veces al día, pudiendo acarrear consecuencias graves como la depresión o incluso el suicidio.
Las causas
La causa exacta de la neuralgia trigémina todavía se la desconoce, pero existen ciertos factores que pueden desencadenar el comienzo de la misma. Stress y tendencias genéticas son los factores desencadenantes más importantes. Existen también otros factores, como un daño físico al nervio causado por un procedimiento quirúrgico o proceso dental, una herida en la cara o incluso hasta infecciones.
El estrés
Sabemos que el cuerpo y la mente tienen un vínculo inseparable y que la psique tiene un papel en mantener la salud o causar enfermedades. Es muy común en la práctica médica diaria oír a pacientes que el inicio de su neuralgia trigémina comenzó después del divorcio, después de la muerte de un ser querido, el cambio de empleo, la presencia de relaciones familiares no saludables etc. La percepción que los pacientes tienen sobre la relación que la neuralgia trigémina tiene con el estrés también se la confirma en estudios clínicos.
El estrés viene siendo identificado como uno de los factores mantenedores de la neuralgia trigémina, especialmente en los casos crónicos. El estrés se puede presentar en la forma de:
- Ansiedad prolongada atribuida a cualquier causa,
- Pesar, depresión,
- Rabia reprimida/emociones,
- Culpa,
- Frustraciones,
- Desesperación,
- Desilusiones de la vida,
- Temperamento nervioso,
- Fracaso en los negocios, etc.
La frustración relacionada con la falta de una explicación plausible sobre la naturaleza de esta enfermedad solamente vuelve todo mucho peor. No todas las causas de esta enfermedad son tenidas como confiables y parece que la causa hereditaria tiene un importante papel en ciertos casos.
Existen factores que disminuyen el umbral para su aparición y aumentan las oportunidades de un ataque neurálgico.
En general no se identifica una causa específica, pero la neuralgia trigémina puede estar relacionada a problemas dentales, del oído e incluso a ciertos tumores.
Factores que gobiernan el dolor y el indicio de un ataque
Episodios de neuralgia trigémina aumentan cuando el umbral al dolor se vuelve bajo. El umbral del dolor es afectado por varios factores desconocidos, algunos de ellos son:
- Estrés,
- Exposición al viento frío,
- Trauma craneano,
- Sueño inadecuado,
- Envenenamiento por plomo u otros químicos,
- Fluctuación hormonal antes y después de la menstruación,
- Hiperglicemia (altos niveles de azúcar),
- Ciertos antibióticos y agentes anestésicos.
El tratamiento de la neuralgia trigémina
El tratamiento se basa en el uso de remedios (drogas antiepilépticas y antidepresivas) y la estimulación eléctrica del nervio. En algunas situaciones está indicado tratamiento quirúrgico
Neuralgia del Trigémino – Botox para el dolor facial
Un estudio preliminar con 13 pacientes revela que la toxina botulínica (de nombre comercial Botox) se muestra eficaz para tratar un doloroso trastorno llamado neuralgia del trigémino, según publica el periódico “Neurology”.
La Neurotoxina Botulínica del tipo A (la misma que se emplea en los tratamientos estéticos contra las arrugas) parece ser un tratamiento eficiente, concluyen los autores de esta pequeña investigación. Los mismos reconocen que los resultados presentados en este estudio señalan a la necesidad de un estudio mayor para la confirmación de estos resultados.
El trigémino es el principal nervio de la cara, encargado de transmitir la información sobre la sensibilidad facial al cerebro. La neuralgia en este nervio ocasiona espasmos dolorosos en alguno de los puntos por donde él atraviesa y, como ocurre con este tipo de molestias de origen nervioso, basta tocar ligeramente la zona afectada para que se desencad ene el dolor. Precisamente, como se trata de un dolor breve e intermitente, los analgésicos clásicos no han servido para aliviar esta enfermedad. Con frecuencia se recurre a los anticonvulsivantes, pero estos fármacos no siempre son eficaces y pueden tener efectos adversos importantes.
El estudio
Estos especialistas, neurólogos de la Universidad Federal de Paraná en Curitiba, apuntan a una nueva opción terapéutica en su investigación: la toxina botulínica.
Ya se sabía de antemano que esta toxina puede ser un buen analgésico. Según los autores, los efectos analgésicos de esta toxina se deben al hecho de que la misma bloquea la liberación de ciertas substancias (la sustancia P, el glutamato y otros péptidos y neurotransmisores) que intervienen en la percepción del dolor.
La toxina botulínica ya había sido comprobada con éxito en las jaquecas y en los dolores posquirúrgicos, pero en el caso de la neuralgia del trigémino se desconocía cuanto tiempo duran sus efectos y la cantidad de toxina a ser administrada.
Los neurólogos brasileños dieron la respuesta a estas incógnitas: “Hubo una reducción considerable del dolor durante 10 días; y en 20 días hubo casi total ausencia de dolor. El efecto de la toxina botulínica se mantuvo más de 60 días, último momento de la evaluación del estudio, dicen los autores. Estos resultados fueron observados después que los autores estudiaran a 13 pacientes con neuralgia trigémina de diferentes gravedades, que recibieron inyecciones de la toxina botulínica (la cantidad de inyecciones y su localización dependían de la zona del rostro que era afectada).
Los participantes, que experimentaban síntomas muy dolorosos, sintieron alivio de sus dolores y, por esta razón, redujeron su medicación preventiva.
Y cuatro pacientes más, que se sometieron al estudio, quedaron libres de medicación y los restantes bajaron su consumo en un 50%.
Más allá de los efectos benéficos, no hubo efectos secundarios. Los autores creen que es necesario un estudio mayor para que este tratamiento se considere eficaz en el tratamiento de esta molestia que tanto dolor causa a sus portadores.
El tratamiento homeopático
La mayoría de los pacientes que buscan la alternativa del tratamiento homeopático se debe al hecho de no haber obtenido éxito con las alternativas alopáticas.
El tratamiento homeopático prueba ser eficiente en muchos casos.
Estudios evidencian que los medicamentos homeopáticos son eficientes y disminuyen los dolores por el bloqueo de las señales dolorosas enviados al cerebro.
Incluso los casos resistentes a la medicina alopática tienen respuesta de éxito con la homeopatía.
Ventajas del tratamiento homeopático en la neuralgia trigémina
- En los casos resistentes es muy eficiente;
- Medicamentos homeopáticos también pueden ser administrados concomitantes a los remedios prescritos por el neurólogo;
- Medicamentos homeopáticos son absolutamente seguros y no tóxicos, además de que no interfieren con otros medicamentos;
- Ayudan a reducir (y eliminar) las dosis de los medicamentos de la medicina alopática usados en el combate a la neuralgia trigémina. Además, la retirada del medicamento alopático se puede hacer en forma lenta y bajo la supervisión del homeópata;
- Ayudan significativamente a reducir la frecuencia y severidad de un ataque de neuralgia trigémina.
El enfoque homeopático de la neuralgia trigémina
El enfoque homeopático con relación a la salud y a la enfermedad, en general, es más holístico que basado solamente en los síntomas locales de la enfermedad.
Estableciendo que la homeopatía enfoca la neuralgia trigémina en forma psicosomática y genética, a esta enfermedad se la trata de forma constitucional.
A cada paciente homeopático, portador de neuralgia trigémina, se lo evalúa en forma individual y se lo trata de la misma forma. Al hacerse el análisis de un paciente portador de neuralgia trigémina, todos los detalles de los síntomas del paciente se anotan, como por ejemplo, el tipo de dolor, las sensaciones locales, el tiempo de acontecimiento, las circunstancias que llevaron al dolor, los factores desencadenantes, etc. Además, en el enfoque homeopático, se da gran importancia y énfasis a características individuales del paciente, como hábitos alimentarios, preferencias alimentarias, relaciones con el clima, estándar de sueño, etc. Al estudio de la esfera emocional y de la mente del paciente se lo conduce en forma minuciosa. Y más, la historia de las enfermedades pasadas del enfermo se investiga en forma que se entiende el background genético del paciente.
Después de recolectar todas estas informaciones vitales, se hace una evaluación final, donde solamente se determina un medicamento para el paciente, que debe tratar al mismo en forma individualizada, en un nivel interior, curándolo en un nivel profundo, y tratando su enfermedad crónica.
El medicamento homeopático es entonces administrado, confiriendo una reducción en la frecuencia de los episodios, haciéndolos menos intensos, y eventualmente llevando a la remisión.
Sobre los medicamentos homeopáticos
Las medicaciones homeopáticas se obtienen de extractos vegetales, de los minerales, productos animales benignos, etc. Para la preparación de los medicamentos homeopáticos, se usa un método llamado potenciación, que incluye diluciones seriadas del material original, y rindiendo al medicamento homeopático una alta potencia y dejándolo libre de efectos tóxicos. Los medicamentos homeopáticos son absolutamente exentos de efectos tóxicos, no causan ningún mal y están libres de efectos colaterales.